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viernes, febrero 26, 2010

UNA HISTORIA CELESTIAL











-¡Así que Marx!... Karl ¿Verdad? Inquirió Pedro mientras con parsimonia se mesaba la barba.

-Buena sorpresa se habrá llevado su señoría. Esta plusvalía no estaba entre sus predicciones ¿Verdad?

Si no confiara en la santidad del guardián de las puertas, juraría que se estaba regocijando a costa del pobre y atribulado filósofo.

-Veamos, veamos, aquel brillante prólogo escrito para tu compinche Hegel… ¿Cómo decía? :

“La inquietud religiosa es al mismo tiempo la expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es la queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas desalmado. Es el opio del pueblo”

-Mucho me temo, mi querido Carlos, que te has cubierto de gloria…

Y de nuevo, dudé. Achanté, claro, de aquella era un pobre e insignificante cabo II policía celestial de alas cortas, a las ordenes del general Gabriel, pero no me pareció muy cristiano el comentario.

-Y para más INRI ¡Te has visto! ¿Tienes la osadía de imitar al Padre? Esa barba poblada, y blanca, tal que nube algodonosa y celestial. Apunta escribano, hay que inventar la SGAE.

-De todas maneras la suerte te ha sonreído, el Hijo del Padre ha dicho en tu defensa “El cristianismo y el marxismo han sido creados para los ángeles, no para los hombres” Te libras del fuego eterno… ¡A purgar a calderas!

Sonó tan fuerte y poderosa la voz de Pedro que se me arrugaron las plumillas del timón.


Su Satánica Majestad descansaba apoyando los cuernos en un Divatto mientras con el rabo espantaba a una docena de moscas cojoneras. (Unos políticos purgando)


-¡Qué demonios está pasando! Increpó. Hace frió ¡¡¡Por Dios!!! (Subió un metro el Everest))

La cadena de mando infernal se puso en marcha. En apenas un Eón, el Jefe de Máquinas, Pedro Botero se presentó en la Dirección General. Él, siempre moreno y curtido, estaba pálido y tembloroso…

-Majestad: Tenemos una huelga en los hornos altos…

El rugido del Príncipe de las Tinieblas provocó en la Tierra, media docena de terremotos, dos huracanes, una erupción, un libro nuevo de Sánchez Dragó, y se cuenta en mentideros del averno, obtuvo diploma el cirujano plástico de Belén Esteban…

-Mi señor Satanás: Piden una hora para el bocadillo, reducción de jornada, vacaciones pagadas, descanso semanal… y…y…

-Habla pardiez. Dijo el diablo enroscando el rabo en los cuernos.


Pues- en un hilo de voz, dijo Botero- Jubilaciones anticipadas y Seguridad Infernal, a la española.

La risa del diabólico estadista provocó esta vez tres tsunamis, cuatro tifones, Halló Presidente, y dos novelas de Juan Manuel de Prada.

-Tranquilo fogonero… El secretario general, Carlinos Marx ¿Verdad?

-Sí señoría.

-¡Que me pongan con el Cielo! Clamó. (Ministra: Aido)

-Oye Pedrín…Sí, sí, soy Lucy…Todo bien…Oye, me habéis colado un ángel del Señor, un alma cándida…Nada Petrus…A más ver.

Recuperado el calor infernal, una Era de estas, se le ocurrió al Diablo preguntar por el filósofo.

-A ver, ponedme con el portero celestial. Esta vez con voz melodiosa (Un par de artículos de Pedro J., y la colección de primavera de su esposa)

-¡Cómo va Sereno! Perdona que te moleste ¿Qué fue de aquella alma inmaculada que te envié?

- ¡¡¡Mano de Santo!!! ¡¡¡Maravilla!!! Mi mano derecha. Entre tú y yo: No doy un palo al agua. Organización. Equidad. ¡Cielo sobre Cielo!

- ¡No jodas! Dime, no te parezca mal. ¿Qué opina el Gran Jefe sobre todo esto?

Con una voz poderosa y enérgica respondió Pedro.

-¿Dios? ¡¡¡Dios no existe, camarada!!!




A. Íñiguez.
Comisario político del Ejército de Arcángeles